La primavera es una de las estaciones más bonitas del año, pero también una de las más difíciles para quienes padecen alergia al polen. En la Ciudad de México y alrededores, los niveles de polen suelen elevarse en esta temporada, lo que desencadena síntomas molestos como estornudos, congestión nasal, ojos llorosos y, en casos más graves, dificultad para respirar.
La buena noticia es que existen estrategias prácticas y efectivas para minimizar los síntomas y mejorar tu bienestar.
El polen es una sustancia producida por árboles, pastos y flores para su reproducción. Cuando una persona con rinitis alérgica inhala estas partículas, su sistema inmunológico las identifica como una amenaza y libera histamina, lo que provoca los molestos síntomas.
Polen de fresnos, encinos
Gramíneas urbanas
Plantas ornamentales
Evita actividades al aire libre en días de alta concentración, sobre todo por la mañana.
Usa aire acondicionado o filtros de aire en casa y en el auto.
Así eliminas restos de polen que se adhieren al cabello, piel y ropa.
Protegen tus ojos del polen suspendido en el aire.
Pasa trapo húmedo en superficies y evita sacudir en seco para no levantar partículas.
Un alergólogo puede recomendarte tratamiento preventivo e incluso inmunoterapia, la opción más efectiva para controlar la alergia al polen a largo plazo.
Si tus síntomas son frecuentes, intensos o afectan tu vida diaria, es fundamental acudir a un especialista. No ignores señales como:
Que no mejora con el tiempo
Sensación de falta de aire
Que empeoran en primavera todos los años
En CAIAA contamos con pruebas diagnósticas y tratamientos personalizados para ayudarte a controlar tu alergia al polen.
La alergia al polen puede ser muy molesta, pero con prevención, cuidados diarios y el tratamiento adecuado, es posible disfrutar de la primavera sin complicaciones.
No dejes que las alergias arruinen tu primavera. Te ayudamos a encontrar la solución perfecta para ti.